Esto debería ser un vídeo pero las cosas de la infancia requieren tiempo y no lo tengo para todo, así que lo hacemos texto mientras duermo a S. 
S y yo queremos contaros a todo aquel que quiera leernos; cómo Espacio Vivo ha sido un regalo para nosotras. 
A S le gustó tanto que el día que fuimos a conocer el sitio se tiró a los brazos de C; mama no estaba tan entusiasmada pero confiaba en el instinto de S. Así que al final nos quedamos. 
Espacio Vivo resulta ser ese lugar en el que los niños pueden ser lo que quieran ser, cuándo ellos quieran ser y cómo ellos quieran ser. 
Lo primero y lo último son los niños. Mola un montón verles sonreír nada más que llegas al sitio y oír risas y gritos; eso es diversión asegurada y lo mejor es que el aprendizaje así se hace de forma tan natural que no se dan ni cuenta. 
Si tuviera que volver a buscar y escoger, Espacio Vivo seguiría siendo mi elección y la de S. 
Ella es feliz allí, y yo soy feliz cuando la recojo sonriendo y con otra ropa diferente a la de la mañana (es directamente proporcional; cuantas más manchas en la ropa, más diversión han tenido). 
Pero Espacio Vivo no es solo un lugar donde tus hijos estarán estupendamente, sino que es un sitio donde toda la familia estará bien, también nos cuidan a esos papás y mamás que llevamos ahí a nuestros pequeños; de forma que Espacio Vivo no es solo un lugar, sino también la gente que lo forma y lo mantiene vivo y con buena energía. 
Gracias por cuidar de la pequeña S tan bien como si fuera vuestra, sé que es feliz porque grita entusiasmada cada vez que descubre algo nuevo; y por eso me voy tranquila cada vez que cierro la puerta y ella se queda al otro lado. 

Cuando voy a Espacio Vivo veo niños felices... cualquiera diría que es poca cosa, pero creo que no haría falta más palabras. Es muy grande lo que sucede allí. 
Y no hablo de que sea perfecto, es mejor que eso, es real. Niños jugando, experimentando, aprendiendo (todo unido porque es uno), llorando si es lo que toca, pero felices hasta en eso, porque son acompañados y sostenidos.  Porque la felicidad no consiste en que no suceda nada "malo", si no en poder Ser. Y allí ellos SON, simplemente. No hay otra clave, y allí hacen todo lo posible para que así sea. A través de su pedagogía, su mirada y su cuidado, su respeto a la infancia y al desarrollo de cada niño tal y como es, movido por su propio interés hacia el aprendizaje, lo natural vamos.
Saben que son los protagonistas de su propia historia y se les da los medios para desplegarla.
Y sí, nuestra hija es uno de esos niños felices, esa es nuestra fortuna, formar parte de semejante proyecto, un sueño muy real. 
Gracias de corazón a todas las que lo hacéis posible.